Hoy para mi alegría, recibí por los correos el tan esperado Opel Kapitän 1939 que compré de Francia vía ebay. El modelo pertenece a Opel Collection de Alemania, no tiene el mismo acabado de lo que se vende en la línea Museum de la misma IXO, pero está muy bien hecho y el interior en rojo demuestra la seriedad y el respeto con que la miniatura fue tratada. El cambio se justifica por el precio más en cuenta, cerca de 85 reales con flete contra los 35 dolares del Museo, fuera el flete.
El Kapitän fue el último modelo nuevo de Opel a ser lanzado antes de la eclosión de la Segunda Guerra Mundial, desarrollado en 1938 y lanzado en la primavera de 1939 en el Salón del Automóvil de Ginebra. El primer Kapitän vino disponible con muchos estilos de cuerpo diferentes, siendo el más popular el sedán de 4 puertas. También se han construido convertidores de 2 puertas. El Kapitän pre-guerra presentaba un cuerpo unitario (monobloque), un recurso innovador para su tiempo; fue estudiado por los ingenieros soviéticos e influenció fuertemente el diseño del GAZ-M20 Pobeda. El Kapitän heredó su motor de 2,5 litros de su predecesor, el Opel Super 6, en esta configuración, se informó de una velocidad máxima de 118 km / h.
La producción civil de automóviles por Opel cesó en el otoño de 1940, cuando se produjeron 25.371 Kapitäns, más tres fueron montados en 1943, dando un volumen total de producción a la versión lanzada en 1939 de 25.374. Además, 2 fueron montados en 1946 y uno en 1947, pero éstos no fueron registrados oficialmente en las estadísticas.
No habría, sin embargo, resurrección para los convertidos Kapitäns en 1948, cuando la versión sedán fue reintroducida teniendo algunas modificaciones estéticas, como el aumento del maletero trasero y la adopción de faros redondos en lugar de los bellos, extraños y llamativos trapezoidales característicos de los modelos pre-guerra.
Los faros de un coche son como ojos en una cara, revelan mucho de la personalidad. De entre tantos faros que he visto, encontré pocos con un diseño tan original como los del Kapitän, son llamativos sin exageración, confieren un aire de optimismo, un adorno art-deco fuera de contesto que rompe la sisudez que lo destacaba de los otros coches al final de los años 30.
Sin duda fue un coche innovador, tanto estético y mecánicamente, perteneció a una época no muy feliz de la historia y tal vez por eso no ha recibido el merecido destaque.
Até mais!
p.s.: He olvidado comentar que esta mini hecha por la IXO tiene el fondo de metal y no de plástico como los modelos de las colecciones comunes de la marca, mucho más pesado y más bonito.
Comentarios